La muñeca que pasea entre tumbas

*El fantasma de una muñeca, con la cual rindieron tributo a la niña de seis años Angélica fallecida en 1978, deambula entre el Panteón Xalapeño sorprendiendo a sepultureros

Javier Salas Hernández

Xalapa, Ver.- En una ciudad como Xalapa, envuelta en docenas de leyendas, una que ha transcendido. Sepultureros y limpia tumbas aseguran y confirman que deambula una niña con una muñeca en el Panteón Xalapeño.

Llamada como “La muñeca del Panteón Xalapeño”, aseguran que se esconde entre las lápidas y árboles, como jugando a las escondidas. Otros, comentan, que es una muñeca elegantemente vestida la que aparece y desaparece.

Otros relatan con temor que frecuentemente el vestido de la muñeca cambia, unos días es color azul y después el vestido es amarillo o rosado o verde claro. Nadie ha muerto del susto al ver “al espanto”, pero la experiencia vivida eriza el cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies.

No hay una sola ciudad en el mundo exenta de hechos probablemente reales o tal vez inverosímiles, que trascienden de generación en generación y que, con el paso del tiempo, al ser transmitidos de boca en boca, van cambiado o mutando, pero lo cierto es que unos ya son leyenda.

En el interior del camposanto, dentro de un mausoleo se rinde tributo a la niña Angélica, quien falleció el 18 de marzo de 1978, cuando solo tenía 6 años. Algunos aseguran que la niña que ven en el panteón es la misma de la fotografía que se encuentra en el interior del modesto mausoleo y que la muñeca que carga, es la misma que está en el sepulcro.

Angélica era una niña como cualquier otra, vivaracha y juguetona a sus seis años, pero de repente, la noche del 17 de marzo de 1978 cayó en cama y al otro día, por la mañana, murió. Los médicos no supieron explicar lo que pasó.

La menor fue sepultada en el panteón xalapeño y a los pocos días sus familiares construyeron un modesto mausoleo, dejando en su interior la muñeca que Angélica había recibido como regalo de Reyes dos meses atrás. La dejaron ahí para que la protegiera de los malos espíritus y le colocaron un Rosario en su brazo derecho.

Desde el día de su muerte, la mamá y abuela de Angélica, hoy ya fallecidas, acudían frecuentemente a limpiar el mausoleo y a cambiarle el vestido a la muñeca.

Hoy su hermano y sus hijas siguen ese ritual, aunque no tan frecuentemente como lo hacían la mamá y la abuela. El mausoleo luce limpio y en el piso se observan dulces y flores, incluso, hay una toalla femenina, tal vez porque hoy en día Angélica tendría 51 años.

Lo que sí está deteriorada es la fotografía de la pequeña, el paso del tiempo ha desgastado la imagen. Es lo único en el sepulcro que no se ha cambiado desde hace 45 años.

A la niña Angélica la han visto merodeando el panteón con su inseparable muñeca.

 

 

Compartir: